Para inagurar en serio el nuevo blog, comenzare con una vieja historia del blog antiguo
(Nota: la idea se me ocurrio despues de ver Promedio Rojo)
Voy a contar una historia vivida y real…bueno no se si fue real o no, pero creo en lo que veo, aunque cuando uno ve cosas como esas…uff… bueno, ustedes decidan si es real o no.
Todo comenzó un día sábado, estaba durmiendo, soñando con quizás que (ya no me acuerdo), cuando sonó el teléfono, es penca cuando te despierta el teléfono, sobre todo porque en mi pieza uno tiene que levantarse para contestar, pensé en un momento en dejarlo sonar y que se vaya a la cresta quien estuviera llamando: ¿Quién se atreve a molestarme en un sábado a las 9 de la mañana??? Ya no hay respeto por nada. Al final después de que el teléfono sonó como 15 veces me levante, (si suena 15 veces es porque es importante), conteste y no me sorprendió escuchar la voz del interlocutor:
-¿Cómo estamos, Esquizo-Boy???-
Grandioso, era el “doctor” Emilio Martan (en realidad todavía esta pegado en el 5to año de medicina, pero ya receta “pastillas de colores” a quien se le cruce por delante), amigo mío, y ocioso empedernido….igual que yo.
-¿Te desperté, flojonazo?
-¿Se nota mucho?
-Oye, voy a pasar a buscarte, tengo planeado un tour para hoy, veras cosas que no te imaginas, pasare por tu casa en media hora, ahí te ves…. Ah, y lleva mercancía.-
Eso sonaba mal, seria como uno de esos días, en cuanto a la mercancía, era lo que había sobrado de un cargamento de mescalina que Emilio se robo de la facultad de medicina hace unos meses, sin contar el éter y el ácido lisérgico que siempre útiles en los “viajes” que hacíamos Emilio y yo (Nosotros desdeñábamos la cocaína y la pasta base, lo encontrábamos de mala calidad y eran demasiado aceleradoras, nosotros queríamos relajarnos, nada mas)… como una vez que nos volamos con ácido y entramos desnudos a una reunión de apoderados de colegio…pero esa es otra historia, volvamos a lo nuestro.
Emilio llego exactamente a la media hora después (es ocioso pero puntual) en su “convertible”, que en realidad era un Nissan que le habíamos sacado el techo; llego con su pinta de siempre, una camisa hawaiana, su bata de doctor y los lentes “Ray-Bon” para hacer combinación, yo estaba con mi ropa harapienta de siempre y mis lentes oscuros de 3 por $1000, en un bolso llevaba la mercancía.
-¿listos para partir?
-la verdad, no, pero eso no importa, verdad?
-verdad, amigo.
Me subí, y partimos a lo desconocido, quien sabe con que nos tendríamos que enfrentar (sin contar a los carabineros y al OS-7 que generalmente patrullan estos lugares), y lo peor, estaríamos drogados hasta las cejas…
Primero echamos bencina, de 97 sin plomo en la estación de servicio de la salida de la ciudad, y después tratamos de pasar lo más disimuladamente posible por la garita de carabineros, pero increíblemente no se inmutaron ni por nuestra pinta, así que seguimos en la ruta. Ya en pleno desierto comenzamos nuestra orgía de mescalina, obviamente acompañados de buena música, trajimos todo nuestro arsenal: Genesis, Pink Floyd, Rolling Stones, Iron Butterfly, Jefferson Airplane… nos tiramos como 3 botellas cada uno, lo que a la hora de conducir no es muy recomendable, ya que se pierden los reflejos, pero como era línea recta no era tan difícil… Estábamos cantando Paint In Black de los Rolling cuando vi para atrás y vi un bolso en el asiento trasero del auto.
-¿Qué hay en el bolso?
-Ábrelo y lo sabrás- contesto Emilio, aunque sus palabras parecían más zumbidos que otra cosa.
Abrí el bolso y no sabia si ya estaba muy drogado o algo andaba realmente mal….
Era un arsenal de armas de fuego.
-Para el auto-.
-¿Qué?? No te escucho-.
-Para el auto, mierda-
El auto se detuvo.
-¿Para que trajiste eso? ¿Acaso te volviste loco? (No se para que preguntaba eso si ya sabia la respuesta…para ambos)
-Traje las armas porque vamos de cacería…-
Con lo poco y nada de neuronas que me quedaban, trate de dilucidar el asunto: estamos en medio del desierto, con suerte hay uno que otro tamarugo, algunos buitres y nada más, entonces ¿que se podría cazar aquí??
-¿Qué vamos a cazar? ¿Tamarugos?
-Lo sabrás cuando lleguemos, faltan 20 kilómetros mas, sigamos por mientras…
El auto volvió a andar, pero mi curiosidad se acrecentaba mas y mas ¿Qué era realmente lo que íbamos a cazar? Estábamos escuchando In A Gadda Da Vida cuando Emilio saco del bolso un paquete de “estampillas” de ácido, me dio una mitad
-Disfrutaras mejor de la cacería con esto en el cerebro…. Y no olvides el jugo de naranja, jejeje
-si, claro
Me metí la estampilla debajo de la lengua y tome un poco de jugo de naranja, generalmente el ácido empieza a hacer efecto a la media hora, pero el jugo de naranja hace de catalizador, por lo que me quedaban aproximadamente de 10 a 15 min. antes que me convirtiera en un esperpento de ser humano…
Me di cuenta de que el ácido empezó a funcionar un poco antes de lo esperado cuando vi a lo lejos en el camino a alguien haciendo dedo…no lo veía muy bien y al acercarnos, me di cuenta de que era una mujer….desnuda con zapatos rojos y una mochila roja… lo primero que pensé es que el ácido empezó el efecto demasiado pronto, ya que solo habían pasado menos de 7 minutos, Emilio paso de largo sin inmutarse siquiera, así que supuse que era efecto del LSD, pero aun tengo la duda si era real o no…
Ya como 10 minutos después de ellos vi en el cielo hacia el horizonte una nube… parecía una bandada de pájaros que venia hacia nosotros, pero a medida que se acercaban, me di cuenta que no se movían como pájaros, mas bien parecían….peces…
Era un cardumen de mantarrayas.
Pasaban por encima de nosotros como si nada, yo me sentí tentado a agarrar un rifle del bolso de atrás y dispararles, pero me decía a mi mismo “es solo el ácido, es solo el ácido”, pero al final agarre un rifle y empecé a dispararles a las bastardas, el macho cabrio que iba conduciendo se altero y me dijo que me calmara, después lanzo unos mugidos y siguió conduciendo…
Cerré los ojos por un rato, para calmar las horrendas visiones del ácido, uno generalmente se acostumbra a ver cosas fuera de lo común, pero siendo un paranoico, el factor miedo se acrecenta.
Como a la media hora los abrí de nuevo, Emilio me dijo:
-Ya estamos llegando
Me di cuenta que ya no estábamos en la carretera, sino en un camino aledaño, y vi que varios autos estaban antes y después de nosotros, al final llegamos a una especie de rancho, la verdad estaba muy concurrido, había gente por doquier. Lo que mas me llamo la atención era una estatua que estaba en la entrada que, no se si era mi idea, pero correspondía a la forma de Cthulhu.
Nos estacionamos y trajimos el bolso con las armas, en la entrada estaban entregando unos folletos, parecía como esas visitas a las salitreras y a los pueblos fantasmas de Estados Unidos, el folleto rezaba:
La Tierra de los Vicuñas
Entretención familiar para deshacernos de la Plaga de Chile
Sin colorantes ni saborizantes artificiales
Sangre de verdad
Valor entrada adulto: 5000
Valor entrada niño: 2500
Valor Asesinos Profesionales: 5500
Valor Carniceros: 2000 (convenio con Supermercados)
Recomiéndenos!!!
Rancho Masacre, Fono: 08334334, www.ranchomasacre.cl
¿Vicuñas? ¿Vamos a cazar vicuñas? Esto es una idiotez, y es ilegal, las vicuñas están en peligro de extinción después de que alguien dijo que sus gónadas servían para la impotencia.
Estaba pensando en eso cuando alguien hizo sonar un cuerno, en un montículo se alzo un tipo con un sombrero mexicano y empezó a hablar:
-Damas y caballeros, niñas y niños, bienvenidos a otro sábado sangriento en el Rancho Masacre, ustedes saben por que están aquí, verdad?-
Y la multitud vocifero:
-Para acabar con los vicuñas!!!!-
Me dirigí a Emilio y le pregunte:
-No es por nada, pero esto no es ilegal? Las vicuñas están protegidas por el estado-
-Lee bien el folleto: dice LOS Vicuñas
¿Qué diablos significaba eso?
Entonces aparecieron varios tipos con rifles junto con el tipo de sombrero mexicano y gritaron:
-Preparen sus rifles, machetes y lo que tengan a la mano, vamos a soltarlos en el corral, y recuerden, el que mata mas ganara un auto ultimo modelo…ahora, que comience la masacre!!-
Dos tipos abrieron unas puertas y de entre la polvareda empezaron a emerger figuras…humanas, después uno de ellos se hizo más visible, entonces su cara se me hacia conocida, era un actor de televisión que había visto un par de veces… era Benjamín Vicuña…
Apenas lo reconocí alguien disparo y le voló la cabeza, fue impresionante, restos de cerebro se repartieron en el suelo, debo admitir que me alegre un poco, ya que la gente “cool” jamás ha tenido mi simpatía, pero tampoco creo que sea muy “legal” volarle la cabeza a un actor de TV en un rancho en medio de la nada, por malo que sea…, pero después vi que de entre la polvareda aparecía mas gente… y todos tenían el rostro de Benjamín Vicuña…
Ahora si me estaba asustando, le pregunte a un tirador que diablos estaba pasando y me dijo:
-los Vicuña son una plaga, si uno de ellos te muerde, te conviertes en uno de ellos: un hueco cool, deben ser exterminados. Lo malo es que son re duros, solo se les mata con un tiro en la cabeza. –
Grandioso…
Entonces empezó la masacre: todos disparando contra los Vicuñas, el suelo se volvió de color rojo, pero ellos seguían avanzando hacia nosotros como si no sintieran las balas, solo los que recibían disparos en la cabeza terminaban realmente muertos, los otros se caían, pero volvían a levantarse… era aterrador
Llego un momento en que loa Vicuñas llegaron a la puerta del corral, la gente se empezó a asustar, y el administrador dijo que no cayeran en el pánico y que controlaran los disparos, entonces un tipo asustado disparo, pero fallo y le dio al cerrojo del corral…
Los Vicuñas estaban libres…
La estampida fue salvaje, porque los Vicuñas son rápidos, atraparon a varios, y se convirtieron en huecos cool…fue horrible…
Yo me escondí en los tamarugos aledaños al corral, mientras Emilio les disparaba para tratar de detenerlos, yo llevaba un rifle pero estaba aterrado, nunca había visto nada semejante, y no quería terminar como esos pobres infelices, entonces de la polvareda vi una figura que venia hacia mi y escuchaba a alguien que decía “dispara!!!” “matalo!!!”
Yo apunte y dispare una vez, pero no le di, trate de nuevo y también falle, a la tercera le di y cayó al suelo, entonces una figura humana (debía ser Emilio, pero no veía nada por la polvareda), me dijo: “Buen trabajo” y me ayudo a cargarlo y lo metimos en el maletero del auto, y nos fuimos…
Yo volví a cerrar los ojos para tratar de olvidar esta experiencia traumática, ya estábamos en la carretera cuando volví a abrirlos, pero escuche la voz de Emilio… y no era la de Emilio, y me decía:
-me salvé jabonado, compadrito, vale por esta, si no, hubiera sido súper penca, cachai?”
Mire a mi lado y la visión que tuve me perseguirá hasta el fin de mis días…
Un Benjamín Vicuña estaba conduciendo el auto… pero había algo mas aterrador: si el estaba conduciendo el auto, ¿Quién diablos estaba en el maletero?
